viernes, 17 de diciembre de 2010

Así escribe Pablo Banini

La novela de Pablo Banini se encuadra en el género fantástico. Este estilo está emparentado con best sellers internacionales que han sido llevados exitosamente al cine como "Harry Potter", "El señor de los anillos" o "Las crónicas de Narnia". Por este motivo esta literatura se asocia al público infanto juvenil, aunque en realidad el mensaje de "Soma" se ha interpretado como universal. De hecho lo han leído personas de todas las edades, y es mas, en las familias se comparte la lectura entre padres e hijos.


Aquí les dejo un fragmento de la magia de SOMA el árbol de la vida:

Entrada la tarde el sol se escondía detrás de las montañas, el silencio en el pueblo era inmaculado, no se escuchaban ya las voces de los niños que jugaban en el patio de la iglesia. Móran esperó a que sus amigos se sentaran a la mesa y en silencio abandonó el templo. Con paso suave y reflexivo, recorrió las calles con dirección al norte, hacia las afueras de Hofferit. Se detuvo frente a la entrada de una necrópolis que al parecer estaba abandonada, el color verde del moho en las paredes le hizo pensar que nadie cuidaba ese insípido lugar. Era un lugar de olvido, un lugar adonde nadie querría ir.
El viejo lo pensó durante varios minutos hasta que al final lo decidió, no estaba seguro si lo que realmente estaba por hacer era lo correcto, pero la duda le carcomía los pensamientos y debía darle un fin al asunto. Con cierta incertidumbre penetró las puertas del cementerio de ese pueblo en busca de un fastuoso y antiguo recuerdo, de una remembranza, de una triste tumba, Móran estaba casi seguro de que a Yasmín se la había llevado la peste, pero lo quería corroborar, quería ver con sus propios ojos una fría lapida con el nombre de ella, y si así no ocurría, se juraría en ese mismo lugar y en ese mismo momento que iría a buscarla por todos lados hasta encontrarla y decirle las palabras que una vez por cobardía o quién sabe por qué motivo calló; un “te amo” silencioso surgió de sus labios sellados.
Mientras recorría las angostas callecitas algo en su interior le reprochaba que no hubiera llegado a tiempo para verla con vida por última vez como lo imaginó durante todo el camino.
De repente un dolor le invadió el pecho y las piernas no le respondieron, no pudo seguir, con sus manos extendidas se apoyó en un árbol y sintió una especie de manifestación, como si entre ese árbol mudo y él de pronto comenzara un profundo diálogo, algo que el viejo no podía concebir, fue en ese momento cuando el árbol se manifestó, el árbol estornudó y una hoja plateada con un traslúcido brillo violáceo se desprendió de las alturas, la hoja planeó en círculos como si supiera lo que Móran más deseaba, por fin, casi mágicamente hendiendo el aire lo guió al viejo mago por las callecitas. Móran siguió el recorrido de la hoja hasta que esta empezó a perder brillo y altura y finalmente descendió sobre una lápida. Lamentablemente era como el viejo Móran lo había imaginado, Yasmín Lauren leyó Móran en ese pedazo de frío mármol y sus ojos se llenaron de lágrimas. La luna llena iluminaba a pleno aquella tumba y el viejo no quería concebir que ese mármol recordatorio fuera de esa mujer.
Allí estaba él, en silencio, parado frente a una lápida hermosa que se destacaba del resto, como Yasmín se destacó en su vida. El viejo sin fuerzas se arrodilló frente a la tumba y lloró con pena, lloró con indignación, lloró con ternura, lloró y lloró durante más de una hora. Descargó allí toda la impotencia que había acumulado en su interior durante tanto tiempo. Aquella separación forzosa que lo oprimió durante toda su larga vida, tantos años de vacío. La tierra absorbió las lágrimas fecundas del amor del viejo y repentinamente en ese lugar humedecido empezaron a crecer flores de todos colores que irradiaban un perfume exquisito. Móran no lo podía creer. Comparó la fragancia de esas flores con el olor que tenía el cuerpo de Yasmín cuando eran jóvenes, el perfume penetró en lo más profundo de su alma y sin que se diera cuenta le caló hasta los huesos. Entonces lloró más aún. Algo dormido en su corazón se reactivó y hasta pudo escuchar un “te amo” flotando en la frescura del aire, un “te amo” casi igual al que ella solía musitar a orillas del río. Yo también te amo contestó mentalmente Móran, y se llevó la mano al corazón como sellando nuevamente aquel viejo pacto de amor. Le juró nuevamente recordarla como lo había hecho hace mucho tiempo al borde de la fuente. Toda la noche a la luz de la luna se quedó frente a la lápida y si no fuera porque debía partir, tal vez se hubiera quedado más tiempo respirando el perfume del cuerpo de Yasmín, casi como si ella hubiera vuelto.


Del libro " SOMA el árbol de la vida" pag. 289
Editorial Palabras 2010

2 comentarios:

  1. holaa! es la primera vez que visito el blog ! me ha gustado mucho el fragmento y el libro suena muy interesante :)

    saludos!

    ResponderEliminar
  2. Hola Pablo! ya he leído todo el libro y es realmente espectacular, por supuesto voy a leerlo nuevamente, me encantó!! A mi entender, el libro transmite un gran mensaje que cada lector debe saber interpretar, es una gran búsqueda, la búsqueda de ese "árbol" que cada uno tiene en su interior, sencillamente el árbol es una figura de vida con el cual me siento muy reflejado. Estoy segura que Soma llegará muy, muy lejos, por eso te he incluido en mi blog, pues tiene alcance internacional y es muy visitado, apostemos a los escritores locales!! Te cuento que suelo releer solamente los libros clásicos, pero "Soma" me apasionó, me enamoró... quiero ya la segunda parte!!! Muy felices fiestas!! María Cristina González( profesora de Literatura) www.artesaníastresarroyenses.blogspot.com

    ResponderEliminar