jueves, 11 de febrero de 2010

Publicado en La Voz del Pueblo, el 24 de enero de 2009


24/01/2010"Soma, el árbol de la vida"
Un libro fantástico escrito en ClaromecóPablo Banini es el autor de una novela de literatura fantástica de alrededor de 500 páginas. El martes, desde las 22.30, en el showroom Los Troncos, la obra será presentada en sociedad
Pablo Banini está a punto de ver concretado un sueño por el que trabajó y luchó durante seis años. El martes, desde las 22.30, en el showroom Los Troncos se presentará en sociedad su libro "Soma, el árbol de la vida", una novela de literatura fantástica de alrededor de 500 páginas. Si bien pasado mañana se realizará la presentación oficial, el libro ya está en Claromecó y se puede adquirir en los quioscos.Abundan los ejemplos de habitantes de la zona que han escrito libros, de variada temática. Pero una novela de esta envergadura, del género maravilloso, por medio de una editorial con llegada a toda Latinoamérica, sin dudas constituye un hito en el ámbito de la cultura regional.De hecho, el género fantástico no tiene muchos antecedentes en la Argentina. Son contados los autores que lo han abordado. Existe una suerte de preconcepto acerca de estos cuentos. En los últimos años se los ha asociado inevitablemente a best sellers editoriales a nivel mundial, que se han visto potenciados por el cine. Son los casos de "El señor de los anillos", "Harry Potter", o "Las crónicas de Narnia". Por ello se cree que lo fantástico está dirigido únicamente a un público infanto juvenil.Para que un relato pueda incluirse dentro del género fantástico, debe cumplir con una serie de premisas muy claras: la acción transcurre en el pasado, generalmente en ambientes medievales, hay magia y fenómenos sobrenaturales que forman parte del argumento, hay caballeros, magos, damas en peligro y bestias míticas. Y es precisamente en este aspecto donde pueden buscarse los antecedentes literarios, en textos clásicos de la mitología griega como "La odisea" de Homero, para nada asociado al público infantil. De hecho, la mismísima Biblia incluye relatos que bien podrían ser incluidos en el género maravilloso. Y otro aspecto fundamental de estos textos es la búsqueda. En "Soma" es precisamente el motor principal del desarrollo de las acciones, la novela plantea un capítulo más de la eterna lucha entre el bien y el mal, con la búsqueda como mecanismo que utilizan los personajes, para salvar al mundo y salvarse a sí mismos.Banini toma distintos elementos de culturas muy disímiles para entretejer su historia. "El árbol de la vida" aparece en relatos de la cultura chamánica, en el hinduismo, y en mitologías diversas. También forma parte del Génesis, el libro con el que se inicia la Biblia, el árbol de la vida es aquel donde Adán y Eva cometen el pecado original.El autorNacido en San Fernando, provincia de Buenos Aires, Pablo Banini desde chico vive en Claromecó, su padre César fue delegado municipal en la vuelta de la democracia en 1983. Ya de adulto emigró para estudiar cine, pero volvió a elegir Claromecó para vivir, tiene un comercio (pinturería Neptuno), y en sus tiempos libres hace ya casi siete años comenzó a pergeñar la idea de la novela. No contaba con experiencia como escritor, por lo cual participó en diversos talleres literarios. De a poco fue haciendo bocetos de los primeros capítulos, que repartió entre sus amigos con el fin de ir chequeando la sensación que su trabajo provocaba. Paralelamente acompañó a Eduardo Calcagno mientras éste elaboraba el guión de lo que tiempo después se convirtió en la película "El Salto de Christian".Al respecto cuenta que "siempre me gustó escribir, comencé modificando textos de teatro, y así fue surgiendo la idea de hacer la novela. Primero escribí un cuento corto, que lo mostré a mis amigos para sondear, esto tuvo efecto y ahí me decidí a encarar el trabajo. Pero no tenía la constancia, me decía a mí mismo 'mañana empiezo', 'el mes que viene lo agarro y lo liquido'. La experiencia de acompañar a Calcagno fue clave, eso me demostró que el único camino es meterle para adelante, no bajar lo brazos para conseguir el objetivo. Y así fue, me impuse un horario para escribir, lo hacía todos los días desde las siete de la mañana, y en la tarde recomenzaba hasta las diez de la noche. No queda otra, la inspiración existe, pero hay que acompañarla con el trabajo. Muchas veces tenía la hoja en blanco y me preguntaba '¿qué estoy haciendo yo acá?', pero esa duda se despejaba rápidamente y retomaba con la escritura".Terminado el largo proceso de darle forma a la novela, comenzó la otra historia, también plagada de sinsabores: poder editar el libro. Dice Banini que "fue mucho más tedioso que escribirlo. Yo soy un autor nuevo, las editoriales como el país en general están en crisis y apuestan a los grandes sucesos, los libros que se sabe de antemano que van a vender. A algunas les interesaba, pero no me volvían a llamar. Sumado a eso, el género fantástico en la Argentina casi no registra antecedentes, por lo cual significa un riesgo para las empresas editar algo así. Pero no me desesperé, sabía que tarde o temprano el libro iba a salir, tampoco lo quería regalar, para que se hagan 500 copias y quede archivado para siempre. Hasta que di con la editorial Palabras, que también tiene distribución en América Latina, llegamos a un acuerdo y finalmente se pudo editar".En todo artista subyace el temor de la obra terminada, es decir, la decisión de poner el punto final, sobre todo si el autor estuvo durante años elaborando el trabajo. Señala Pablo que "siempre pasa, que uno no sabe en qué momento terminarlo, o siempre lo quiere corregir un poco más. Yo me propuse terminar y lo hice, listo, es lo que tengo para contar. Seguro que si lo leo ahora le encuentro defectos, por eso hay que dejar pasar el tiempo"."Soma" tiene un final que permite pensar en una segunda y hasta tercera o cuarta parte. Pablo Banini sostiene que "tengo varias ideas ya boceteadas para seguir con la historia, en realidad la trama permite muchísimas historias más. Pero ahora no puedo pensar en eso, si quisiera escribir en este momento no podría hacerlo, después de tanto luchar para que esto salga, ahora es tiempo de presentarlo y disfrutar, y cuando pase un tiempo prudencial veremos cómo seguimos".Una gran novelaEl relato comienza con la llegada del joven príncipe Rafael, heredero del reino de Kevenin, a una solitaria vivienda en medio del bosque habitada por un anciano llamado Moran. El rey Barif, soberano de Kevenin, se encuentra agonizando en su lecho, víctima de un envenenamiento causado por las fuerzas oscuras que dirige el temible Paltok. Como el reino es el más importante de la tierra, su muerte podría significar el fin del mundo conocido, y la victoria de las huestes del mal. El viejo Moran es portador de una carta, que ha sido guardada por generaciones, y en la que se devela uno de los grandes secretos de la humanidad, la gran clave para que triunfe el bien y la justicia. De esta manera, Moran y Rafael comenzarán un interminable recorrido en pos de salvar el mundo conocido. En su camino se cruzarán con una variopinta galería de personajes, con buenas y malas intenciones. Seres de buen corazón que dejarán todo para ayudar, y criaturas peligrosas y acechantes que intentarán por todos los medios eliminar a los intrépidos aventureros.El misterio de la carta será tan sólo el primer enigma a resolver. Pero habrá muchos más, siempre con el peligro acechando. Cada pequeño paso hacia la victoria estará signado por el riesgo de una tragedia. La lucha será desigual y a destajo.La novela propone entretenimiento y aventuras, pero también motiva a la reflexión profunda sobre una cantidad de cuestiones universales. Habla de la amistad, la lealtad y la traición, sobre el comportamiento del ser humano en torno a su circunstancia, entre otros temas. Por eso no se trata sólo de un libro creado para distender, su pretensión va mucho mas allá del mero cuento de magos, brujos y bestias sobrenaturales.Banini emplea un lenguaje simple y fluido, de prosa sencilla. La trama tiene un núcleo central y una gran cantidad de historias secundarias que se van entrelazando hábilmente. Uno de los fuertes del libro es la descripción precisa de cada lugar y situación, que llevan al lector a introducirse inevitablemente en la historia como si fuese un espectador in situ de las acciones. Queda claro que Banini es realizador cinematográfico. En varios pasajes la novela se asemeja a un guión, planteando el relato como una sucesión de escenas.El gigantesco trabajo de seis años que el autor empleó en la redacción parece no terminar en este libro. Porque el final plantea una posible continuación. Es decir que no sería "Soma" sólo una gran novela, sino el comienzo de una saga.

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